El 31 de marzo, el presidente Joe Biden desveló los planes de un colosal proyecto de ley de gastos conocido como el Plan de Empleo Americano. La mayoría de la gente conoce este plan como el proyecto de ley/plan de infraestructuras.
Básicamente, este plan invertirá billones de dólares en infraestructuras como carreteras, puentes y puertos. Entonces, ¿qué significa esto para las industrias del transporte de mercancías y de camiones?
Siga leyendo a continuación para averiguar cómo el proyecto de ley de infraestructura de Biden afectará a las industrias de camiones y de carga en todo el país.
¿Qué partes del Plan de Empleo Americano afectan al sector del transporte de mercancías?
El paquete completo de infraestructuras asciende a la friolera de 1,2 billones de dólares que se gastarán en los próximos ocho años. Estas son las partes del proyecto de ley que afectan directamente al sector del transporte de mercancías:
- Carreteras y puentes – Se destinan 110.000 millones de dólares a la reparación y construcción de autopistas, carreteras y puentes.
- Ferrocarriles – 66.000 millones de dólares se destinarán a la mejora y el mantenimiento de los ferrocarriles de pasajeros y de mercancías de Estados Unidos.
- Red eléctrica – 65.000 millones de dólares se destinarán a actualizar las líneas y cables eléctricos y a construir más energía limpia.
- Banda ancha – Otros 65.000 millones de dólares se destinarán a ampliar la banda ancha en todo el país, especialmente en las zonas rurales.
- Agua – 55.000 millones de dólares se destinarán a la infraestructura del agua para sustituir las tuberías y limpiar los productos químicos.
- Puertos – 17.000 millones de dólares se destinarán a reparar las infraestructuras portuarias, y el resto a las terminales de transbordadores y a la Guardia Costera.
- Estaciones de carga para vehículos eléctricos – Se destinarán 7.500 millones de dólares a la construcción de más estaciones de carga para vehículos eléctricos.
¿Cómo repercutirá esto en el sector del transporte de mercancías?
La parte más importante del proyecto de ley es para carreteras y puentes, y este dinero se destina a la construcción y reparación de 20.000 millas de autopistas y carreteras. También se utilizará para mejorar los puentes más importantes desde el punto de vista económico, así como otros puentes pequeños.
Se calcula que hay unos 45.000 puentes en todo el país que necesitan un arreglo. Por ejemplo, el cierre del puente de la I-40 entre Arkansas y Tennessee en mayo de 2021 costó al sector del transporte por carretera 2,4 millones de dólares al día.
A medida que se desmoronan las infraestructuras en Estados Unidos, también lo hacen los beneficios del sector del transporte por carretera. Eso significa que las reparaciones serán buenas para los resultados de las empresas de transporte.
Unas carreteras y puentes más seguros suponen menos riesgo, y menos riesgo significa más beneficios y una conducción más segura.
Expanding roads and highways will ease this problem, reducing wasted fuel and time spent in traffic.
Además, los cuellos de botella en el transporte de mercancías debidos a la congestión de las carreteras suponen una pérdida de 1.200 millones de horas de productividad al año. El tiempo perdido y el combustible se suman a los ya elevados costes de explotación del sector del transporte por carretera.
La ampliación de las carreteras y autopistas aliviará este problema, reduciendo el desperdicio de combustible y el tiempo invertido en el tráfico.
Ahora se preguntará qué tiene que ver la ampliación de la banda ancha, el arreglo de las tuberías de agua y la instalación de nuevas líneas eléctricas con el sector del transporte por carretera.
Pues bien, de un modo u otro, estas operaciones requerirán materiales de construcción. Eso significa que el sector del transporte por carretera estará indirectamente implicado en el transporte de materiales para la nueva construcción.
Un arreglo muy necesario
El plan de infraestructuras es ambicioso y constituye una solución muy necesaria para las deterioradas infraestructuras del país. Ayudará y reforzará la cadena de suministro de EE.UU. y el sector del transporte por carretera en general.
Sin embargo, el proyecto de ley aún no se ha aprobado y los cambios tardarán años en surtir efecto. Es de esperar que el plan se apruebe antes de fin de año, pero en política nada es seguro.